17.4.12

Paul Krugman on 'Suicide by Economic Crisis'


Note: Paul Krugman is an Op-Ed columnist for the New York Times

Paul Krugman Tuesday, April 17, 2012 12:00 am

On Saturday The New York Times reported on an apparently growing phenomenon in Europe: 'suicide by economic crisis," people taking their own lives in despair over unemployment and business failure. It was a heartbreaking story. But I'm sure I wasn't the only reader, especially among economists, wondering if the larger story isn't so much about individuals as about the apparent determination of European leaders to commit economic suicide for the continent as a whole.

Just a few months ago I was feeling some hope about Europe. You may recall that late last fall Europe appeared to be on the verge of financial meltdown; but the European Central Bank, Europe's counterpart to the Fed, came to the continent's rescue. It offered Europe's banks open-ended credit lines as long as they put up the bonds of European governments as collateral; this directly supported the banks and indirectly supported the governments, and put an end to the panic.

The question then was whether this brave and effective action would be the start of a broader rethink, whether European leaders would use the breathing space the bank had created to reconsider the policies that brought matters to a head in the first place.

But they didn't. Instead, they doubled down on their failed policies and ideas. And it's getting harder and harder to believe that anything will get them to change course.

Consider the state of affairs in Spain, which is now the epicenter of the crisis. Never mind talk of recession; Spain is in full-on depression, with the overall unemployment rate at 23.6 percent, comparable to America at the depths of the Great Depression, and the youth unemployment rate over 50 percent. This can't go on ­ and the realization that it can't go on is what is sending Spanish borrowing costs ever higher.

In a way, it doesn't really matter how Spain got to this point ­ but for what it's worth, the Spanish story bears no resemblance to the morality tales so popular among European officials, especially in Germany. Spain wasn't fiscally profligate ­ on the eve of the crisis it had low debt and a budget surplus. Unfortunately, it also had an enormous housing bubble, a bubble made possible in large part by huge loans from German banks to their Spanish counterparts. When the bubble burst, the Spanish economy was left high and dry; Spain's fiscal problems are a consequence of its depression, not its cause.

Nonetheless, the prescription coming from Berlin and Frankfurt is, you guessed it, even more fiscal austerity.

This is, not to mince words, just insane. Europe has had several years of experience with harsh austerity programs, and the results are exactly what students of history told you would happen: such programs push depressed economies even deeper into depression. And because investors look at the state of a nation's economy when assessing its ability to repay debt, austerity programs haven't even worked as a way to reduce borrowing costs.

What is the alternative? Well, in the 1930s ­ an era that modern Europe is starting to replicate in ever more faithful detail ­ the essential condition for recovery was exit from the gold standard. The equivalent move now would be exit from the euro, and restoration of national currencies. You may say that this is inconceivable, and it would indeed be a hugely disruptive event both economically and politically. But continuing on the present course, imposing ever-harsher austerity on countries that are already suffering Depression-era unemployment, is what's truly inconceivable.

So if European leaders really wanted to save the euro they would be looking for an alternative course. And the shape of such an alternative is actually fairly clear. The continent needs more expansionary monetary policies, in the form of a willingness ­ an announced willingness ­ on the part of the European Central Bank to accept somewhat higher inflation; it needs more expansionary fiscal policies, in the form of budgets in Germany that offset austerity in Spain and other troubled nations around the Continent's periphery, rather than reinforcing it. Even with such policies, the peripheral nations would face years of hard times. But at least there would be some hope of recovery.

What we're actually seeing, however, is complete inflexibility. In March, European leaders signed a fiscal pact that in effect locks in fiscal austerity as the response to any and all problems. Meanwhile, key officials at the central bank are making a point of emphasizing the bank's willingness to raise rates at the slightest hint of higher inflation.

So it's hard to avoid a sense of despair. Rather than admit that they've been wrong, European leaders seem determined to drive their economy ­ and their society ­ off a cliff. And the whole world will pay the price.

http://www.stltoday.com/news/opinion/columns/paul-krugman/paul-krugman-europe-s-economic-suicide/article_722b0882-e0d9-585f-b922-c545438d3c3d.html#ixzz1sHZm8BBS

Read more: "Insane in Spain'

http://krugman.blogs.nytimes.com/2012/04/15/insane-in-spain/






10.4.12

Expansion EFE 4 4 2012: El Defensor Pueblo investiga la "pasividad" municipal en materia de urbanismo

Sitio Web del Defensor del Pueblo: http://www.defensordelpueblo.es/es/Prensa/Notas/contenido_1332944280959.html


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EFE* : La oficina del Defensor del Pueblo considera que "numerosos" ayuntamientos se escudan en la falta de medios económicos como excusa de su "pasividad" a la hora de velar por el buen orden del uso del suelo, por lo que mantiene abiertas "numerosas investigaciones" al respecto. En su último boletín, la Defensora del Pueblo en funciones, María Luisa Cava de Llano, asegura que la crisis económica ha podido paralizar la actividad urbanística nueva, pero "no puede suponer una suspensión de las obligaciones de administraciones y promotores".
En opinión de Cava de Llano, el urbanismo es una función pública, esté en manos de empresas particulares o de las administraciones.

La institución cita como una de las situaciones "más injustas" la de las urbanizaciones incompletas, que no tienen servicios básicos tales como el saneamiento y depuración de aguas.

Las investigaciones del Defensor muestran, según el boletín, que en "muchos casos" la denuncia de estas deficiencias, que persisten durante años, no bastan para que los ayuntamientos solucionen la situación y obliguen a cumplir sus compromisos al responsable, "generalmente una empresa urbanizadora que, a veces, ha dejado de existir".

Como ejemplo, indica la urbanización Esquinzo/Marabu, en Pájara (Fuerteventura), que vierte las aguas residuales al río, y así fue ya advertido por un técnico municipal en 2008.

El arquitecto del consistorio de este municipio fue requerido por la alcaldía hace dos años para que informara al respecto, "sin resultado", además sigue a la espera del dictamen del funcionario, al que, según el Defensor, volvió a requerir el pasado 24 de enero.

"Los municipios escudan su pasividad en la falta de medios económicos", afirma la institución, que destaca también el caso del Ayuntamiento de Cáceres porque lleva cerca de quince años de retraso en la elaboración del plan especial de protección arqueológica.

La oficina del Defensor "no comparte" que el consistorio cacereño señale a la crisis como la culpable de esta situación y "sospecha" que el motivo del retraso "es más bien el desinterés municipal en actuaciones poco rentables, electoral o económicamente".


* Expansión - EFE - 4.4.12
Foto: Sede Defensor del Pueblo (Madrid) - google

El Pais 4 4 2012: ¿Más urbanizaciones? No, gracias




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ELPAÍS/Almería* : El litoral, en regresión, urbanizado en exceso y con una enorme presión demográfica; el interior, despoblándose y envejeciendo; los acuíferos sobreexplotados y el agua como factor limitante; la capital y los pueblos grandes convertidos en ciudades poco amables donde escasean los equipamientos sociales y sobra el tráfico y el ruido. La imagen podría corresponder casi a cualquier tramo de la costa mediterránea pero retrata a Almería, 8.700 kilómetros cuadrados en el sureste de la península, más del 50% desertificado debido al clima, la orografía y la mano del hombre. Es el territorio que conoce el Grupo Ecologista Mediterráneo (GEM), y en el que ha puesto el foco para elaborar su Apuesta por una Almería sostenible, un documental que repasa los problemas y los acompaña de posibles soluciones.

"El crecimiento económico y desarrollo social de los países industrializados se ha debido, en gran parte, al uso indiscriminado de los recursos naturales […] La única solución conocida se llama desarrollo sostenible, y el primer paso para conseguirlo es abandonar el actual modelo de crecimiento insostenible. A ello queremos contribuir aportando algunas claves de la realidad de nuestra provincia". Así comienzan 15 minutos en lenguaje sencillo, divulgativo, pensado para difundir en centros educativos. "Hemos pretendido crear complicidades", describía el coordinador del audiovisual, Manuel Carmona Powell, durante su presentación ante el movimiento ecologista local. Eso quiere decir que es un trabajo conciliador, que no busca la polémica o los mensajes extremos.

No cuestiona, por ejemplo, la agricultura intensiva, uno de los puntales de la economía provincial. Al contrario, destaca su importancia, pero dejando clara su gran asignatura pendiente: la gestión de los residuos (plásticos y envases), que además podría dar lugar a un sector económico emergente relacionado con el reciclaje. Y enfatizando en el hecho de que el cultivo bajo plástico no puede sustituir a la agricultura tradicional. "Llegamos a tener más de 69 variedades de uva de mesa, muchas prácticamente desaparecidas", recuerda. A las que se suman almendros, olivos, cítricos, cereal. Y sistemas como balates, acequias, balsas o boqueras, "que se han mostrado como un legado eficaz para frenar el desierto".

Tras un repaso a los problemas derivados de la industria del mármol, otro de los sectores productivos clave, el documental se centra en el agua. Desecha los trasvases –"Cuestionables por su alto coste, dudosa eficacia e importante impacto ambiental"­, pide mucho cuidado en la construcción de desaladoras –"Bajo un estricto control de impacto y, preferiblemente, funcionando con energías renovables­. Y apuesta claramente por la reutilización y un mejor aprovechamiento de un recurso escaso, que es algo que la provincia siempre ha llevado a gala.

Otro caballo de batalla es el deterioro de la costa, con las extracciones masivas de arena con destino a los invernaderos y un boom inmobiliario salvaje, muchas veces ligado a la especulación y a la corrupción. "No necesitamos saturar con más urbanizaciones; aprovechemos los hoteles que ya existen", dicta su receta, a la que añade la necesidad de romper con la estacionalidad, de atraer visitantes durante todo el año. En este contexto, el turismo rural puede ser una buena opción, además de uno de los frenos que eviten los "desequilibrios territoriales", al actuar, junto con proyectos de agricultura o ganadería ecológica, o de industria agroalimentaria, de acicates para cortar la hemorragia de población y hacer más atractivo el regreso al pueblo. Aunque por ahora, "faltan alternativas económicas sostenibles" para andar este camino.

"El que durante años fue conocido como último paraíso del Mediterráneo ha permitido que se deterioren los espacios naturales que le dieron nombre", sentencia el audiovisual. El viento erosiona la tierra sin cubierta vegetal, desprotegida, aumentando el proceso de desertificación. ¿Soluciones? Restricción del tránsito de vehículos 4x4 en zonas sensibles, control sobre la recolección de plantas aromáticas; puesta en valor del matorral y los espacios naturales, "repoblando con especies adecuadas". Manuel Carmona apunta como tanto a favor las energías renovables (eólica solar), y a la especulación como gran amenaza. Exige que se cumplan las leyes de protección. Y acaba lanzando un guante: "La resolución de los problemas no puede delegarse en políticos, técnicos o ecologistas. Corresponde al conjunto de la ciudadanía".


* El País - ELENA SEVILLANO 4 ABR 2012
Foto: Niños en una piscina de una urbanización de Roquetas de Mar (Almería)