24.4.11

Levante: 24/04/11: Blanco etc.

INVERSIÓN | Mirando a la legislación

La mutación británica de la idea de casa 'made in Spain'
La amenaza de quedarse con las manos vacías merma la confianza al invertir
A pesar de la crisis, los ingleses siguen apostando por el sol español
Londres (Reino Unido) Actualizado jueves 21/04/2011 12:22 horas

"Cómo cambian los tiempos...", reflexiona Philips Richardson, agente
inmobiliario en Dalston (al Este de Londres), dedicado desde hace años a
vender 'el sol español' en su país. "Cuando mi hermano compró la casa en
Menorca era la época de la peseta. Por aquellos años, con una pequeña
jubilación uno podía ir allí y elegir la casa que quería".

La próxima visita a Londres de José Blanco y su portafolios repleto de
viviendas de bancos y promotoras para ofrecer 'garantías jurídicas' de que
los pisos españoles se pueden adquirir sin problemas muestra cómo ha
cambiado la percepción de los británicos -y el resto de países europeos- del
mercado inmobiliario peninsular.
A pesar de la crisis, los ingleses siguen apostando por el sol español. Más
de 800.000 de ellos viven en España y ocupan el primer lugar entre los
extranjeros compradores. Aún sin comprar tanto, el alquiler parece ser una
de las opciones que en este momento está funcionando. Por ello, empresas
como la de Margaret Ayling, propietaria de Ayling Internacional Property
Services, especializada en las zonas de Sotogrande y Gibraltar, lo incluyan
en su eslogan: "Tanto si compra, como si vende o alquila nadie os ofrece
más".

El mayor temor que sienten los ingleses a la hora de invertir en España es
que la propiedad ilegal
Pero la amenaza de quedarse con las manos vacías ante la posibilidad de
adquirir casas edificadas sin licencia o con un permiso que no se ajusta a
la legislación vigente empaña la confianza en el mercado actual español.
Por eso, legalidad y formalidad son las dos condiciones esenciales que se
anteponen ahora a cualquier amago de negociación. Todo tiene que estar muy
organizado para satisfacer el gusto de los británicos. Las fechas de
entregas y los precios no pueden escaparse de lo pactado. Por eso no es de
extrañar que el mayor temor que sienten los ingleses a la hora de invertir
en España sea el riesgo de comprar una propiedad ilegal, después de hacerse
público varios escándalos sobre el tema.

Nueva oleada, nuevos gustos
Los tiempos cambian y las preferencias inmobiliarias también. "En los
últimos meses hemos notado que hay una leve pero nueva oleada de británicos
que quieren trasladarse a vivir a España", asegura Lesley. "Buscan casas
antiguas o simplemente viejas, de esas que necesitan reforma. Les gusta
mucho ocuparse ellos mismos del estilo y la decoración de su futura vivienda
o negocio".
Hoteles rurales en antiguos caseríos, pequeños hostales, o casas lo de gran
tamaño como para poner un 'bed and breakfast' (holetes con encanto a la
inglesa) marcan la tendencia de inversión de los nuevos británicos que, con
la crisis, ven en nuestro país una opción mejor de la que ofrece en este
momento Gran Bretaña.
En este contexto y, a diferencia de lo que ocurría antes del 'crack'
inmobiliario, muchos constructores y promotores españoles comienzan a
dirigir su atención hacia el mercado británico. Esto ha supuesto el inicio
de un cambio de actitud sobretodo en relación al idioma. Así, no son pocas
las empresas del sector que se plantean la posibilidad de proveer material
de venta traducido para sus clientes ingleses.

Antes del euro
"Los británicos han estado enamorados de España desde hace muchos años y es
uno de los primeros países que les viene a la cabeza a la hora de comprar
una casa para vacaciones o reubicarse", insiste Lesley McEwan propietaria de
CadizCasa, una empresa inmobiliaria que ofrece los beneficios de la costa
andaluza al mercado inglés.

Vida de rico con dos duros, así era por aquel entonces España para muchos
extranjeros. Las cosas cambiaron con la entrada del Euro
Vida de rico con dos duros, así era por aquel entonces España para muchos
extranjeros, claro que las cosas cambiaron con la entrada del Euro. La nueva
moneda disparó los precios hasta las nubes y, en un abrir y cerrar de ojos,
el país flotaba dentro de la burbuja inmobiliaria. "La burbuja tenía que
estallar tarde o temprano, y estalló más tarde de lo que esperábamos",
afirma Margaret Ayling. "La construcción creció de manera desorbitada. La
locura era tal que incluso había personas (británicos) que adquirían tres o
cuatro propiedades para revender habiendo pagado sólo el depósito de compra.
Este es, sin duda, el momento más crítico por el que atraviesa el mercado
inmobiliario español, por lo menos, desde 1977, que es cuando nosotros
abrimos nuestro negocio", concluye.