El Pais/Bloomberg 10 5 2012: El Eurogrupo pide una valoracion independiente...
  
  
  
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  ELPAÍS* : Más torpedos contra uno de los acorazados del esquema  institucional español: el Banco de España. El PP ha señalado hoy (con la  boca pequeña) la responsabilidad del Banco de España en la crisis de la  nacionalizada Bankia. Los países de la eurozona tampoco parecen fiarse:  el Eurogrupo quiere una valoración independiente de los activos  inmobiliarios de la banca española para aumentar la transparencia. Algo  parecido podría ya ir incluido en el decreto que aprobará mañana el  Consejo de Ministros: la obligación de valorar los activos inmobiliarios  de los bancos por parte de expertos independientes. España será, una vez  más, el tema central de la reunión de ministros de Economía y Finanzas de  la UE.
  Pero el agujero fiscal será solo uno de los puntos del orden del día: la  nacionalización bancaria parece haber despertado otros fantasmas. El  Eurogrupo espera que el Gobierno exija a las entidades españolas "un  aumento muy considerable de las provisiones", el colchón con el que los  bancos se protegen de posibles pérdidas, según ha explicado un alto  funcionario de la UE. Otras fuentes señalan que la Comisión pedirá mañana  algo parecido, lo que condena al sector bancario español a unos meses  muy, muy duros.
  "Suceden cosas a gran velocidad en España y hay una incertidumbre  elevada", ha señalado el alto funcionario de la Unión. Por ello, el  ministro de Economía, Luis de Guindos, se someterá a un duro examen en la  reunión ministerial, en el que deberá exponer las medidas que el Gobierno  adoptará en los dos grandes talones de Aquiles de la economía española:  la banca y las comunidades autónomas. Guindos deberá informar de las  medidas tomadas en Bankia. Pero además la UE espera "un plan para ofrecer  más transparencia" y que Guindos cuente "qué planea hacer para hacer  más transparentes los balances de los bancos y para asegurar una correcta  valoración de los activos".
  La opción de usar el fondo de rescates europeo o créditos del FMI, a la  que analistas internacionales se refieren de forma habitual, se ha visto  hasta ahora como innecesaria en Bruselas, Washington o Berlín. Eso es al  menos lo que declaran una y otra vez los representantes de la Comisión o  del Fondo. "No hay nada que indique esa necesidad", insistió hace una  semana el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
  Pero más allá de Bruselas, la marea de informes pesimistas sobre la  situación de la banca española vuelve a crecer tras la decisión del  Gobierno de tomar el control de Bankia, que acumula los activos más  problemáticos vinculados al ladrillo. Expertos internacionales creen que  la nueva exigencia de más provisiones reservar dinero para cubrir  pérdidas potenciales que plantea el Gobierno debe extenderse a toda la  cartera de créditos, incluyendo los que ahora no presentan riegos de  impago y los que no están relacionados directamente con el ladrillo. El  resultado de estas cuentas sería una cantidad de dinero que excede las  posibilidades de muchas entidades y del propio Gobierno español. La  conclusión, que sería necesario apelar al fondo de rescate europeo o al  Fondo Monetario Internacional. Algo que el FMI y la Comisión Europea han  descartado varias veces en las últimas semanas.
  Para la mayoría de los analistas internacionales, la referencia es  Irlanda, un país que tuvo que pedir el rescate de la UE al atragantarse  en su banca el estallido de una burbuja inmobiliaria muy similar a la  española. Irlanda, que inyectó 63.000 millones de euros en su banca tras  traspasar los activos más problemáticos a un banco malo y forzar el  reconocimiento generalizado de pérdidas, fue auxiliado con casi 70.000  millones por la UE y el FMI. La asunción pública de las pérdidas  bancarias disparó el déficit del Estado irlandés al 30% del PIB en 2010 y  la deuda pública escaló hasta superar el 100% del PIB. Irlanda, como  España, había empezado la crisis con superávit presupuestario y niveles  muy bajos de deuda pública.
  Con ese punto de partida, el Center for European Policy Studies (CEPS),  un influyente think tank de Bruselas, plantea que el Gobierno debería  forzar provisiones adicionales por 270.000 millones de euros, cinco veces  más que lo que exigió en febrero (53.000 millones) para sanear activos  vinculados al ladrillo (en total, las entidades españolas tienen  provisionado, o están obligados a hacerlo entre este año y el próximo,  pérdidas por más de 100.000 millones, un tercio de los activos  problemáticos.
  El CEPS realiza sus cuentas a partir de la aplicación de distintos ratios  de provisión a la cartera de créditos que ahora se considera que no está  expuesta a riesgo de impago, pero que pueden estarlo próximamente dado el  deterioro de las condiciones económicas en España, con otra recesión en  marcha y una tasa de paro por encima del 24%. Es un esquema muy similar  al irlandés: no solo debería elevarse la provisión de créditos  inmobiliarios que ahora no se tildan de problemáticos, sino que también  debería estimarse la posibilidad de pérdidas en los créditos hipotecarios  y los préstamos a las pymes y grandes compañías.
  "¿Cómo se puede hablar solo de préstamos inmobiliarios  problemáticos, cuando más y más créditos acaban siendo fallidos en el  resto de la economía", cuestiona Patrick Lee, analista de Royal Bank of  Canada. El resultado de cálculos como los de CEPS es inmanejable para el  sector bancario español. También para el Gobierno. "Si se reconocen  pérdidas de forma mucho más agresiva, no veo como puede afrontarlo España  sin ayuda exterior", añadió. "El reconocimiento de pérdidas que hizo  Irlanda contribuyó a mejorar la confianza, España es un goteo de malas  noticias sobre su sector financiero, justo lo contrario", añadió Edward  Parker, de Fitch Ratings.
  Varios medios europeos, como la BBC, se hicieron eco del paralelismo con  Irlanda y del debate sobre una posible intervención del fondo de rescate  europeo. No faltaron a la cita algunos clásicos, como Axel Weber,  expresidente del Bundesbank y ahora consejero delegado de UBS, quien  alertó ayer "de los graves riesgos de contagio" que suponen para la zona  euro los problemas financieros de España. O el economista Nouriel  Roubini, quien, en un artículo en Financial Times, eleva las necesidades  de capital de las entidades españolas dado el deterioro "incesante" de  sus activos. Roubini, uno de los profetas más conocidos de la crisis  financiera, valora esas necesidades adicionales en un rango muy amplio  (entre 100.000 y 250.000 millones) sin detallar como llega a esa  conclusión.
  "La atención de inversores y observadores está girando hacia la parte de  la cartera que está en buen estado por ahora", recalca Tano Santos, de la  Columbia University, en el blog NadaesGratis, de la fundación Fedea. La  envergadura de las provisiones adicionales y la posibilidad de que haya  que inyectar dinero público para ayudar a las entidades que no tengan  capital suficiente para afrontarlas, como Bankia, alientan la expectativa  de que la crisis financiera engorde el déficit o la deuda pública, o  ambos. Y esa incertidumbre contribuye a mantener la prima de riesgo  española muy cerca de sus niveles récord.
    * El País - CLAUDI PÉREZ / BLOOMBERG Bruselas / Nueva York 10 MAY  2012
  Foto: Bruselas, edificio Comision -  minube