19.7.10

Malaga Hoy 17 7 2010


El ladrillo se comió la costa

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MÁLAGA HOY* : Año tras año el ladrillo y el cemento han ido lapidando los pocos espacios naturales que la ocupación masiva que han sufrido las zonas costeras iba dejando libre. Pero ahora, la que ha sido la gallina de los huevos de oro durante tanto tiempo amenaza con llegar a su fin si no se pone remedio a tiempo porque apenas queda ya de dónde sacar provecho. Es la contundente conclusión del ya tradicional informe anual Destrucción a toda Costa con el que Greenpeace pretende concienciar del daño irreparable que sufre una parte tan vulnerable del territorio. El ritmo de destrucción es vertiginoso.

El informe revela que España degrada 7,7 hectáreas de costa cada día que pasa para crear urbanizaciones, suelo industrial y comercial. Y eso, según la ONG ecologista, ha supuesto que en los últimos 20 años se ha destruido en la costa española la superficie equivalente a ochos campos de fútbol al día.

Con casi el 60% del litoral ya urbanizado, Andalucía es una de las comunidades que "más ha maltratado su costa en las últimas décadas". En pleno pico de la locura urbanística, el ladrillo consumía en la región y, sobre todo, en las zonas costeras una media de casi 13 hectáreas diarias.

El "maltrato" que, según Greenpeace, se le ha dado a la costa empezó a pasar factura en 2004 a la propia industria turística, que llevaba tres años con un descenso constante de los niveles de ocupación a pesar del aumento del número de turistas. Curiosamente ese año se produjo la ocupación hotelera más baja en la Costa del Sol desde 2000 y "sin embargo se seguían permitiendo nuevas construcciones de hoteles en ese entorno".

Pero el avance imparable del sector de la construcción antes de que la crisis frenara su ambición no parecía tener límite. Greenpeace llegó a contabilizar a lo largo de los 817 kilómetros del litoral andaluz 683.350 viviendas y plazas turísticas proyectadas en 2007. Unas 154.600 de esas plazas estaban previstas, por ejemplo, en la provincia de Málaga, que acoge el histórico epicentro turístico de la Costa del Sol.

Los "disparates urbanísticos" más flagrantes recogidos en el informe de la organización medioambiental son los de la localidad almeriense Cuevas de Almanzora que planeaba aumentar su población un 3.600%. Mijas o Estepona, por ejemplo, tampoco se quedan cortos y preveían un incremento del 778 y del 392% con la construcción de 475.000 y 82.000 nuevas viviendas, respectivamente. Eso ha hecho que en la actualidad resulte una tarea francamente complicada encontrar un sólo metro del litoral malagueño libre del ladrillo. Ya en 2003 apenas una cuarta parte su costa estaba libre de edificaciones y zonas como Benalmádena estaban completamente urbanizadas.

Lo que más preocupa a Greenpeace es que "no hay ningún indicio de abandono" de la construcción masiva en el litoral, ni tampoco del "fin del acoso" a los últimos espacios vírgenes. Desde 1987 a 2005 se han destruido un total de 50.504 hectáreas de suelo natural en los dos primeros kilómetros de franja costera, sin incluir el archipiélago canario. Y, según Greenpeace, de todas las comunidades destaca la valenciana por ser la que más ha destruido su litoral en esta década. Bajo el paraguas de la burbuja inmobiliaria tuvieron cabida gran número de excesos por parte de numerosos ayuntamientos costeros y que le valieron a España el puesto 23 de 180 en el ranking de la corrupción urbanística mundial en 2005. La ONG ecologista señala que en muchos casos la batuta que ha dirigido la corrupción ha sido el urbanismo y que entre la "perplejidad y la indignación", los ciudadanos han asistido durante estos años al desfile de políticos y ex políticos que comparecen ante jueces como imputados por prevaricación, cohecho, fraude fiscal y otros delitos destinados a llenar bolsillos privados. Marbella fue un claro ejemplo.


* Málaga Hoy - 17.07.10
Foto: Marbella, puerto años 1965-2010 - greenpeace.org