25.12.10

El Confidencial 24 12 2010:

Año tercero después del crash: el 'ladrillo' no termina de tocar suelo

Para aquellos que confiaban en que en el 2010 la burbuja inmobiliaria terminaría de desinflarse y los precios de la vivienda tocarían finalmente fondo, el fiasco ha sido grande. El ladrillo, antaño piedra angular del crecimiento de la economía española, cierra otro año negro y comienza uno nuevo lleno de incertidumbre. La subida del IVA en julio y el fin de la desgravación para rentas superior a los 24.000 euros han supuesto un varapalo para el sector y ha provocado un brusco frenazo en la compraventa de viviendas, que ha acelerado su caída en los últimos meses del año.

Atrás quedan las desafortunadas declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a finales de septiembre, cuando afirmó que el precio de la vivienda había tocado ya suelo y no bajaría más.  Lo cierto, sin embargo, es que desde entonces los precios han agudizado aún más su caída hasta valores que no se veían desde 2005, al situarse en 1.832 euros el metro cuadrado, según datos del desaparecido Ministerio de Vivienda.

Para Fernando Encinar, director del servicio de estudios de Idealista.com, el final de 2010, que comenzó bajo la promesa del final de la crisis inmobiliaria, ha puesto de manifiesto que "todavía queda mucho recorrido a la baja". "Muchos decían que el precio tocaría suelo y que el sector vería la luz al final del túnel pero lo cierto es que el ajuste continuará".

Según el índice Inmo50, elaborado por Idealista.com en colaboración con Cotizalia y ponderado por el PIB de sus componentes, los precios de la vivienda de segunda mano en España han caído un 3,1% desde noviembre de 2009, siendo Lérida (-15,1%), Pontevedra (-12,7%) y Ávila (-8,5%) las capitales de provincias más castigadas. Por su parte, en los dos grandes mercados nacionales continúa también, aunque en menor medida, la lenta agonía bajista. En Madrid, los precios se han hundido un 4,2% interanual, registrando en noviembre su cuarto mes consecutivo de descensos. Barcelona sale mejor parada aunque no escapa de las caídas y acumula una baja del 1,3% en los últimos 12 meses. En la Ciudad Condal el precio del metro cuadrado se sitúa en 4.043,8 euros, mientras que en la capital ronda los 3.721,4 euros.

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) de vivienda reflejan la situación del sector y siembran serias dudas sobre su capacidad para remontar el vuelo a corto plazo. En octubre, la compraventa se desplomó a mínimos históricos un 17,7% respecto al mismo período de 2009, hasta los 27.198 inmuebles, mientras que los precios de la vivienda libre bajaron un 2,2% interanual en el tercer trimestre del año. Los datos del Ministerio de Fomento tampoco invitan al optimismo. Esta semana el departamento dirigido por José Blanco, que ha asumido las competencias de la desaparecida cartera de Vivienda, dijo que el inicio de construcción de viviendas libres durante el tercer trimestre del año se hundió casi un 20% en tasa interanual y un 25,2% intertrimestral. Además, el precio del suelo urbano, que supone entre el 40% y el 60% del precio final de las viviendas, bajó un 19,7% en el tercer trimestre en términos interanuales, hasta situarse en 190,8 euros por metro cuadrado.

Las medidas pasan factura.
A la subida del IVA del 1 de julio, que podría encarecer el precio de los pisos en una media de 2.000 euros, se le añade la supresión de la deducción fiscal para rentas superiores a 24.000 euros a partir de 2011. La medida, que afectará a 323.000 contribuyentes y ha llevado a los propietarios a bajar considerablemente los precios de sus inmuebles en los últimos meses del año, permitirá a Hacienda ingresar 232 millones de euros anuales. Así, desde el próximo año sólo se beneficiarán de la deducción completa, del 15% con un límite de 9.040 euros al año, aquellos con una base imponible inferior a los 17.707,20 euros. Entre los 17.707,20 y los 24.107,20 euros de base imponible se aplicará una reducción gradual de forma lineal.

Además del endurecimiento para acceder a la desgravación fiscal, el mercado inmobiliario español afronta también la presión por el despegue de los tipos y el creciente inventario en manos de bancos y cajas que siguen sin salir a la venta y ha sido objeto de una auténtica guerra de cifras, desde los 700.000 inmuebles calculados por el Gobierno al cerca del millón de casas que contabilizan otros estudios.

En este contexto, la situación entre las compañías del ladrillo es dispar. Mientras las grandes constructoras como ACS, FCC, OHL o Acciona han capeado el temporal volcándose en el exterior y diversificando sus carteras, tal y como les aconsejó José Blanco, otras inmobiliarias, como Fbex, Sacresa, Ploder o Noriega, no han aguantado el chaparrón y han sucumbido al concurso de acreedores.